IV

La búsqueda del amor perfecto es inherente al ser humano. A la hora de formar una pareja, intentamos sentirnos bien, cómodos y sobre todo, disfrutar de la compañía del otro.

Nosotros lo habíamos logrado, una mirada, una caricia, eran suficientes para entender que necesitábamos y que queríamos dar y recibir. En nuestra pareja existía independencia pero también intimidad, comunicación, pasión y el compromiso de amar uno al otro y mantener ese amor a través del tiempo. La prioridad era respetarnos uno al otro y ser uno solo cuando las circunstancias lo requerían.

Un año y un día. Y aunque creí que no podría ni debería seguir respirando acá estoy. Sobreviví al casamiento de nuestro hijo, hoy tengo un nieto; la primera navidad sola; el aniversario y año nuevo; el día del padre – porque no hay día del marido - y todos los cumpleaños.

Un año de comer sola, de dormir sola y por sobre todo de añorar nuestras charlas, hay cosas que hablábamos entre los dos y que no se pueden reemplazar con la mejor charla con los hijos y / o amigos.

Acá estoy, el dolor no es menor, pero se aprende a convivir con él como se aprende a abrir la puerta de nuestro departamento y que el silencio y la soledad nos reciba.