VII

Permitirnos sentir que nadie puede comprender el desgarro que sufrimos por la pérdida de nuestra pareja, nuestra soledad, nuestro silencio, aunque profundamente sepamos que dentro de nosotros el ser amado que se fue, sigue estando con nosotros.

Algunos dirán que el tiempo todo lo cura, que uno sobrepasa todo. Yo puedo decir que a pesar de sentirme viva, de seguir haciendo proyectos y tener en mi vida un nieto que lleva el apellido del abuelo; me permito, un año después todavía, sentir tristeza y melancolía y que aunque a algunos le hace muy bien llorar, aunque no lo puedo evitar, a mi me provoca más pena aunque las lágrimas corren por mi cara mucho más de lo que quisiera. Siento que el tiempo juega en contra mío, no lo entiendo pero lo vivo. Se extraña cada vez más – el tiempo no cura, ayuda a aprender a sobrevivir.