Las heridas no cierran ... cicatrizan un poco para permitirnos seguir
viviendo ....lo digo seis años después del casamiento de mis dos hijos con seres
maravillosos, tres nietos de 5, 2 y 1 año que son el sol de mi alma y la razón
de mi despertar de cada día, haberme mudado para llevarme los “recuerdos” y nada
físico ... pero el ser amado sigue estando aquí, ahora, en otra dimensión y con
otras vivencias, pero nunca se va .... gracias a Dios, jamas nos deja y bendice
a sus seres queridos cuidándolos día a día!
Ahora pasaron casi 11 años y ya no me rodean 3 nietos sino CINCO. Son el alma de mi vida, gracias Santi, Matu, Agu, Facu y Clemen!! Gracias hijos por la compañía que me dan - aunque a veces por las propias obligaciones - todos los días. Son los pilares de mi vida. Los amo a todos !
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